martes, 2 de agosto de 2011

Cómo sobrevivir a la sobrecarga de información: Consejos prácticos

Es sabido por todos la exposición a la sobre información a la que estamos expuestos todos en esta sociedad, un claro ejemplo de esta sobre información es la que nos ofrece la web, Internet. Si bien necesitamos una gran cantidad de información para estar al día de lo que pasa a nuestro alrededor, la información que encontramos a nuestro alrededor nos desborda, para absorverla necesitaríamos dedicarle todo el día, y en muchos casos, hasta años de nuestra existencia. Ya en los años 60, el escritor y futurista Alvin Toffler, en su libro "La Tercera Ola" (1979) nos habla, entre otras cuestiones, de la producción masiva de bienes e información en la que él ha denominado "Segunda Ola" (1650-1750) donde, además de producirse avances tecnologicos en la sociedad como la máquina de vapor o la imprenta, inventos sustitutivos del trabajo manual, se produce una producción masiva de información. Esta producción tiene su mayor auge o una mayor extensión a partir de los años 90 con la aparición de una red de conocimiento accesible a todos los individuos y últimamente con la aparición del concepto Web 2.0 donde todos opinan sobre todo, la cantidad de información disponible por cualquier y sobre cualquier tema llega a ser intoxicadora e inmanejable.

Algunos datos importantes para que veamos la "gravedad" del tema. Por ejemplo WordPress.com, tras realizar ciertas investigaciones descubre que existen más de 50 millones de sitios web, de los cuales cerca de la mitad están albergados en sus servidores, o bien, siempre según esta empresa, más de 287 millones de versonas visualizan más de 2,5 millones de páginas en sus servidores cada mes, estos usuarios crean mensualmente másd e 500.000 nuevos post y un total aproximado de 400.000 nuevos comentarios, según las estadísticas oficiales de WordPress. Según algunos estudios, se estima que en breve se produzca el hecho de que Internet se dobe cada "72 horas".

Estos datos nos deben hacer reflexionar sobre la cantidad de información disponible, de sus ventajas y de desventajas. Por un lado la ventaja es evidente, una mayor cantidad de información posibilita una sociedad más informada, más capaz de emitir juicios objetivos sobre cuestiones politico-sociales o más preparada en cuanto a conocimientos se refiere, con una mentalidad más abierta y con un aumento en su potencial creativo, por ejemplo. 
 
Por el contario esta sobre información puede también producir efectos no tan positivos como los anteriores, de este modo capacidades como la de selección de contenidos o la decisión en determinados temas pueden verse alteradas negativamente. Otro de los aspectos negativos de esta sobre información viene reflejada por la sobrecarga de información directa, es decir, de e-mails, el spam, fishing y demás conceptos se han creado y evolucionado a partir de la idea de esta sobrecarga de información. 

Cierto es que son muchos los medios técnicos que se están poniendo en marcha para evitar o al menos filtrar esta avalancha informativa, los programas anti-spam son cada vez más eficientes en las empresas y organizaciones estatales, o los filtros de navegación como restricciones en los router de entrada en las redes empresariales y estatales. Por otro lado los iReader son cada vez más utilizados como sistema de filtro en la recepción de información unido al concepto de sindicazión de contenidos. Respecto a las búsquedas de información, hay que reconocer que se ha avanzado mucho en este aspecto, las búsquedas, al menos algunas, son bastante certeras aunque en este campo queda mucho por hacer, el reconocimiento del contexto de la búsqueda se une al concepto de búsqueda semántica donde son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de mostrar los resultados de una búsqueda de una palabra, de una frase, etc.., como son la geolocalización o el contexto en el que se quiera posicionar la expresión o frase.

Esta soluciones tecnológicas mitigan en parte la situación, sin embargo, el problema sigue estando ahí, podemos gestionar mejor nuestro tiempo y recursos, pero existen demandas de información que no podemos resolver con una mejor auto-gestión. En este sentido se debe pensar en una serie de pautas para leer de manera más eficaz reduciendo el tiempo que se invierte en ello sin dejar de absorver la información clave. Entre estas pautas o consejos prácticas, aunque algunos podrían resultar obvios, podrian estar los siguientes:
  • En lo referente a documentos y artículos, se puede leer primero la introducción o resumen y seguir con las conclusiones finales para ver si es interesante para leerlo en su complitud
  • En lo que se refiere a libros, mirar primero el índice para seleccionar los capítulos que se necesita consultar por su grado de importancia.
  • Las técnicas de lectura rápida suponen examinar la página de manera superficial, leyendo las palabras por lotes y deteniéndose sólo en aquellas palabras o frases relevantes. Esta técnica requiere práctica antes de dominarla completamente.
  • Una de las más importantes, tomar notas cuando se lee, no es una pérdida de tiempo aunque provoque que vayamos más despacio, más bien hay que verlo como una ayuda a la hora de absorver mejhor lo que se está leyendo y evita la repetición de lectura.
  • El subrayado y la marcación de palabras relevantes, aunque es una técnica criticada por algunos, también evita en cierta medida la repetición de lectura.
  • Saber diferenciar lo que es importante de lo que no entraría dentro de la capacidad de filtrar información que todos debemos tener, de este modo limitamos, en cierta forma, las fuentes de información que debemos consultar.
Como conclusión a estas reflexiones se puede decir que la solución única no existe al fenómeno de la sobrecarga de información, sin embargo podemos adoptar una serie de medidas que de forma individual no serían tan efectivas como si se adoptan colectivamente, la utilzación de herramientas informáticas para la personalización en la recepción de información, la utlización de técnicas antiSpam que eviten la recepción masiva de correos, las diferentes técnicas de lectura de libros y documentos así como la adopción de hábitos como la toma de notas. La adopción de estas medidas en conjunto producirá, en la medida de lo posible, una más eficiente gestión del tiempo dedicado a la ingesta de información, al menos por el momento.

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